martes, 31 de enero de 2012

CORRIENDO RIESGOS

Desde el momento en que nacemos, aprendemos muchas cosas , como reir, caminar, comer, etc. Y para aprender, cometemos muchos errores...Sin embargo, cuando somos niños no nos preocupa equivocarnos, nos arriesgamos una y otra vez hasta que conseguimos lo que nos proponemos .pues una razón importante es que el ritmo de aprendizaje en la niñez es más veloz, siempre en esta etapa experimentamos, probamos, nos arriesgamos, nos equivocamos, aprendemos de los errores y volvemos a intentarlo con insistencia.

Cuando vamos creciendo, sin embargo, determinadas experiencias de la vida van cerrando nuestro entusiasmo por arriesgarnos y aprender., tal vez un desengaño amoroso,la traición de un amigo, una fantasia herida ...son experiencias que nos han producido dolor, y que seguramente no queremos volver a repetir y pagamos un alto precio por arriesgarnos, el precio del fracaso, el castigo, el dolor, la soledad... También es probable que los medios hayan colaborado mostrándonos una imagen agresiva y hostil del mundo y posiblemente hemos alimentado inconscientemente ese miedo. En el plano laboral, nos arriesgamos poniendo en práctica nuevas ideas y chocamos contra la forma tradicional de hacer las cosas, y fracasamos...y somos castigados por ello, lo cual nos lleva a cerrarnos todavía más al riesgo y al aprendizaje.

A la mitad de nuestra vida la mayoría llevamos en la cabeza una agobiante recopilacion de cosas que no tenemos intención de volver a probar porque las hemos intentado una vez y hemos fracasado...o lo hemos hecho peor de lo que nuestra autoestima exigía.” Esto nos limita, nos reduce a un círculo muy pequeño de unos pocos amigos, de un núcleo familiar cada vez más reducido, de un trabajo estable en el que nos sentimos seguros. Nos hemos hecho cómodos, hemos creado nuestra zona de confort, nuestro pequeño refugio. Y este refugio nos impide aprender, crecer, arriesgarnos y lo peor es que en muchas ocasiones, no nos damos cuenta de haber llegado a ese estado. Es más, proclamamos que estamos más o menos satisfechos con nuestra vida, nos resignamos a hacer el trabajo que no nos gusta hacer y nos excusamos con nosotros mismos echando la culpa a las circunstancias de la vida.

Yo también era hace unos años un fugitivo de mí mismo en muchos aspectos. Y analizándome desde adentro abri mi perspectiva, encendi muchas luces dentro de mí, esto me ayudó a desaprender y a volver a aprender de nuevo.
Por eso, los invito a todos a que arriesguen y pierdan el miedo al fracaso y a los errores, ese miedo que tantas veces nos paraliza, porque el peor riesgo que se puede correr es precisamente no correr ningún riesgo, quedarse estático y conformarse. Todos podemos hacerlo, todos podemos saltar los obstáculos y vencer los miedos que nos bloquean, todos somos capaces de abrir nuestro campo de visión, descubrir nuestro verdadero potencial, mirar nuestros errores y fracasos del pasado con una nueva perspectiva de aprendizaje.
Conosco Historias maravillosas de personas que decidieron arriesgarse y asi mejorar su calidad de vida y la de otros ,Todos podemos ser la persona que queremos ser, y hacer lo que deseamos hacer. Y todos podemos cambiar lo que no nos satisface de nuestra vida. De hecho, sólo nosotros podemos cambiarlo. No podemos culpar a nada ni a nadie de ello. Nosotros somos los únicos responsables de nuestra felicidad o infelicidad. Sé que es duro escuchar esta afirmación. Sin embargo, es el primer paso para la felicidad y el éxito: reconocer y asumir nuestra responsabilidad para diseñar nuestra vida.
Atte
Genzho Amaya
Blog de Genzho –Artículos de Motivación

No hay comentarios:

Publicar un comentario